Este es el principal mensaje de la Cumbre de la Semana Europea de las PYME celebrada hoy en Bruselas, que se centra en alentar a las mujeres a que consideren la posibilidad de crear y dirigir su propia empresa, por lo general una PYME (pequeña y mediana empresa). En un momento en el que Europa se está orientando aún más hacia unas economías nacionales basadas en el valor añadido a través de los servicios, la demanda de un capital humano más y mejor cualificado va necesariamente en aumento. Y es aquí donde las mujeres pueden desempeñar un papel clave.
El hecho de que las mujeres solamente representen el 34,4 % de los trabajadores por cuenta propia en Europa sugiere que necesitan que se les aliente más a convertirse en empresarias. Como consecuencia de ello, existe un importante capital humano sin aprovechar, que se necesita urgentemente para potenciar el crecimiento económico y crear los nuevos puestos de trabajo que se precisan en el difícil clima económico actual. Si puede motivarse a más mujeres a que creen y dirijan empresas, con ello podría generarse crecimiento y empleo en toda la UE.
La Comisión Europea está promoviendo activamente el emprendimiento de las mujeres a través de:
– Red Europea de Embajadoras del Emprendimiento, que proporciona modelos de comportamiento que sirvan de inspiración a fin de alentar a las mujeres a considerar la posibilidad de crear una empresa como una opción profesional viable.
– Red Europea de Mentores, que dan consejos prácticos a las mujeres que han creado recientemente sus propias empresas.
Mientras que las mujeres europeas están, como mínimo, tan cualificadas como los hombres, solamente un pequeño número de ellas decide crear una empresa en los quince años que transcurren después de su graduación. Esta falta de entusiasmo puede explicarse en parte por las dificultades a que se enfrentan en la conciliación de las actividades privadas y profesionales. Además, los actuales sistemas de apoyo a la creación de empresas no siempre están adaptados a las necesidades específicas de las mujeres. Los problemas a que hacen frente las mujeres que desearían ser empresarias incluyen una mayor dificultad para acceder a la financiación, las redes profesionales y la formación, y una posible falta de confianza en sí mismas debido a la inexistencia de modelos de comportamiento adecuados. Por tanto, las mujeres precisan unas medidas de apoyo específicas para ellas a la hora de crear sus empresas.
Fuente: Noticias de Interés. Delegación de la Junta de Andalucía en Bruselas.