Fecha de publicación: 06/05/2014 .
El Consejo de Gobierno ha aprobado las Estrategias para la Gestión de la Estacionalidad Turística 2014-2020, un conjunto de iniciativas que prevé convertir a Andalucía en un destino de referencia durante todo el año; crear y mantener empleo estable, y optimizar el uso de la infraestructura existente. Entre otros objetivos, la Junta plantea reducir en cincos puntos anuales la tasa de establecimientos hoteleros que cierran en temporada baja hasta situarla en un 20-25% en 2020.
El consejero de Turismo y Comercio, Rafael Rodríguez, ha informado sobre estas estrategias, integradas por 11 programas específicos para diversificar la oferta y atraer los segmentos de demanda con menos componente estacional, que se desarrollarán a través de tres planes de choques bienales. El primero de estos planes cuenta con un presupuesto de cinco millones de euros a cargo del Gobierno andaluz, que permitirá movilizar una inversión de otros cinco millones por parte del sector privado. Para los otros dos bienios se prevén similares cuantías de aportación autonómica y privada.
El documento, consensuado con los agentes económicos y sociales en la Mesa del Turismo y refrendado por el Consejo Andaluz de Turismo, incluye un diagnóstico sobre la concentración de los flujos de viajeros en determinadas épocas del año, así como sobre sus causas y los principales efectos en el sector.
En cuanto a las causas, se destacan, entre otras, los factores climáticos, la excesiva dependencia del segmento de ‘sol y playa’, los componentes culturales y sociodemográficos y el gran peso del mercado nacional, de marcado carácter estacional. Respecto a los efectos, el estudio subraya la pérdida de rentabilidad y eficiencia de las infraestructuras turísticas, la inestabilidad y precariedad del mercado laboral, la sobreexplotación de los recursos naturales en determinados periodos del año, así como una pérdida de competitividad en la imagen del destino.
Según los datos de este análisis, el 37,1% de los viajeros que llegaron a Andalucía el pasado año lo hicieron entre julio y septiembre, porcentaje que se eleva al 43% en las zonas de costa. Además, la diferencia entre los periodos de menor y mayor afluencia de turistas en 2013 provocó el cierre de 522 alojamientos y de 110.864 plazas, con la consiguiente repercusión sobre el mercado laboral.
Para paliar estos efectos negativos, las Estrategias para la Gestión de la Estacionalidad Turística abordan cuatro ejes principales de actuación –demanda, oferta, turismo social y competitividad– y establecen medidas para atraer un mayor número de visitantes en temporada media-baja, priorizando aquellos mercados en los que se pueden intensificar las políticas de difusión, promocionando vacaciones cortas entre la demanda nacional, reforzando los productos con menor estacionalidad y dirigiéndose a los segmentos de población con mayores posibilidades de viajar durante el año.
Asimismo, se incentivará a las empresas hoteleras que abran sus establecimientos durante el conjunto del ejercicio a través de apoyos promocionales específicos y se impulsará la diversificación de la oferta y la especialización en tipologías turísticas con capacidad de desestacionalización, además de realizar campañas institucionales para promover una distribución de los periodos vacacionales a lo largo de todo el año.
Las estrategias aprobadas conforman uno de los principales objetivos del Pacto Andaluz por el Turismo, que firmaron en febrero de 2013 la Junta, la Confederación de Empresarios de Andalucía y los sindicatos UGT-A y CCOO-A. Elaboradas por técnicos de la Consejería de Turismo y Comercio, han contado con las aportaciones del sector en las diversas jornadas de debate celebradas en las ocho provincias.
Fuente: Junta de Andalucía